La isla del aire, crítica teatral

29 Dic 2023

La programación teatral del final del año 2023 en Madrid, daba pábulo a unas altísimas expectativas con la presencia, de nuevo, de Nuria Espert sobre la escena del Teatro Español, dentro de la temporada en la que se han cumplido los 440 años de constantes propuestas sobre el que un día fue el Corral de Comedias del Príncipe, siendo considerado el teatro más antiguo de Europa con programación ininterrumpida. 

“Hay verdades que son como cuentos tristes…”

escenografía

Además, la intérprete de trabajos tan sólidos como ‘Incendios‘ o ‘Romancero Gitano‘, por mencionar solo algunos del último tiempo, se anunció acompañada de la consistente actriz que es Vicky Peña (Solo yo escapé, Los secuestradores del lago Chiemsee, La tabernera del puerto, El largo viaje del día hacia la noche), interpretando a ‘Lía‘, junto Teresa Vallicrosa (‘Flavia’), Candela Serrat (Trigo sucio, Incendios, El loco de los balcones) en el rol de ‘Inés‘ y Claudia Benito (‘Bea’), dirigidas por el reputado Mario Gas, y con un afamado equipo técnico compuesto por Antonio Belart en vestuario, Paco Ariza en iluminación, Álvaro de Luna en videoescena y Sebastià Brosa en el espacio escénico (excelente la recreación de los acantilados rocosos en los que se incluye el movimiento del mar), junto a Orestes Gas en espacio sonoro y Núria Llunell en caracterización.

“Tengo noventa años de razones”

La isla del aire, crítica teatral

Pero todos esos condimentos no llegan a alcanzar el resultado esperado, a pesar del talento acreditado por sus integrantes, en lo cual tiene un elevado condicionante el texto sobre el que se articula, obra del dramaturgo Alejandro Palomas, reconocido con notables distinciones como el Premio Nadal o el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil; publicado en 2005 con el mismo título que esta obra, que pone su foco en los conflictos arrastrados por las mujeres de una familia, en la que el papel de la abuela ‘Mencia’, desencadena un proceso de sanación a partir de propiciar que los fantasmas de las cinco integrantes del clan afloren, empeñada la más veterana en espejar a sus hijas y su nietas, a partir del hecho concreto de la muerte, en el mar, camino de la ‘Isla del Aire’, de ‘Helena‘, su tercera nieta, un año antes del tiempo que la trama presenta, lo cual dará por resultado la explosión de la amarga y doliente rebeldía de ‘Flavia‘ a partir de la separación que propició su madre sobre su único y verdadero amor; la pusilánime resignación de ‘Lía’, cuyos hombros siempre terminan por asumir todo lo que cae sobre ellos; la no aceptación de ‘Inés‘ sobre el hombre que hace más de seis meses que la abandonó sin que hubiera otra mujer de por medio y el armario en que ‘Bea’ quiere mantener cerrado todo lo relativo a la apasionada relación lésbica que vive, más allá de su hija y su marido, hasta que este desencadena el final del inestable equilibrio de ese secreto ‘statu quo’.

“Hay que tener en cuenta el mal ojo para los hombres que tenéis las mujeres de esta familia”

La isla del aire, crítica teatral

La dramaturgia de esta propuesta no sostiene la necesaria carga dramática, ni la evolución de una trama que atrape al espectador, más allá de las diferentes y variadas cuitas que viven sus cinco personajes femeninos, de perfiles algo romos, incluido el que defiende la veterana Nuria Espert, interpretando a ‘Mencia‘, quien a pesar de todo acredita su poso y saber hacer, más allá de las limitaciones propias de su avanzada edad.

“A mi edad una se acuerda de lo imprescindible”

La isla del aire, crítica teatral

Con todo lo anterior, hay dos decisiones en la forma en la que se opta por representar la obra que condicionan el resultado dramático final, por una parte el excesivo recurso al fundido en negro sobre la escena para dar entrada y salida a las interacciones de ‘Mencia’ con sus nietas e hijas, especialmente en la primera parte, lo cual afecta al ritmo narrativo; así como la recreación del viaje en barca que realizan las cinco mujeres, convencidas por la abuela, en homenaje y recuerdo a ‘Helena‘, el cual se representa a través de tres bancos que se suponen son ese bote en el que navegan hacia la ‘Isla del Aire’, lo cual no termina de funcionar, ni resulta creíble, por más que las pasajeras vayan pertrechadas de abrigos y cestas con comida.

cartel“Desde hace un año vivimos todas de espaldas al mar”

En todo caso, esta función la recordaremos por la ocasión que nos ha brindado de paladear la presencia escénica de Nuria Espert, cumplidos los 88 años de edad, sabiendo explotar el registro entre la socarronería (con foco en sus nietas) y lo cáustico (con foco en sus hijas), expresión del magnífico recuerdo que sus trabajos escénicos nos han generado en su dilatada carrera, como actriz, directora de teatro y ópera, e, incluso, productora de sus propios espectáculos, incluidos los tiempos en que creó y mantuvo su propia compañía. 

“No va a volver, hija, Helena no va a volver”

El espectáculo teatral de ‘La isla del aire’ se mantendrá programado hasta el 14 de enero de 2024 en el Teatro Español, de Madrid.

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