Don Ramón María del Valle-Inclán, crítica teatral

25 Mar 2023

Al salir de un espectáculo teatral, o de cualquier propuesta escénica, son frecuentes los comentarios sobre lo destacado de alguna interpretación, sobre lo adecuado que es el tratamiento de tal o cual asunto, la acertada visión, o quizás no tanto, del director; o sobre el mensaje que al autor pretende deslizar con su dramaturgia. Todo ello serán síntomas de haber calado en el interés. Aunque a veces puede ocurrir todo lo contrario.

“El que más vale / no vale tanto / como vale Valle”

Don Ramón María del Valle-Inclán, crítica teatral

Pocas veces se experimenta la sensación plena de una cierta felicidad, esa misma que nos impulsa a ponernos de pie, en cuanto la obra finaliza, aplaudiendo y jaleando a los protagonistas, tras conseguir emocionarnos, y esa sensación, para cualquier aficionado, pero también para el público en general es arrolladora, nos recarga de vitalidad y nos reafirma en la fantástica experiencia que es el hecho teatral, algo que se construye desde lo que ocurre sobre la escena, pero también en los intangibles subjetivos que hacen que, cada función, siempre única y exclusiva, llegue al espectador y atraviese su estado ánimo, alterándolo.

Don Ramón María del Valle-Inclán, crítica teatral“Don Ramón tuvo el primer sombrero de copa a los dieciséis años y su primera barba a los diecisiete…”

Ramón Gómez de la Serna (1888/1963), escribió en 1944 una ‘personalísima’ biografía sobre su admirado Valle-Inclán (1866/1936), ocho años después de la muerte de éste, y sobre ese texto, Xavier Albertí, con la delicadeza y sutileza que ya nos demostró en algunos de sus trabajos anteriores, como Caravaggio, Vermeer, Velázquez, construye el guión de un monólogo a cuatro manos entre tan especiales dos “Ramones”, en el que luce de manera extraordinaria Pedro Casablanc  (‘Yo, Feuerbach‘, ‘Filoctetes‘, ‘Torquemada‘, ‘Decadencia‘) realizando una nueva interpretación para el recuerdo, otra más, en la que luce de manera magistral tanto en la recreación de Gómez de la Serna, como de Valle-Inclán. Trabajo actoral de precisión.

‘Cuando se me planteó el problema de tener que escoger una manera de vivir, pensé en seguida: “Yo tengo que buscar una profesión sin jefe”. Y me costaba trabajo. Pensaba en ser militar, y se me aparecían los generales déspotas, dándome órdenes estúpidas. Pensaba en ser cura, y en seguida surgían el obispo y el Papa. Si alguna vez pensé en ser funcionario, la idea del director me preocupaba… Sin jefe sólo existe el escritor’. 

mano convincente

Los primeros minutos de la propuesta, en los que Casablanc recrea el famoso fragmento de “el orador”, documento original videográfico grabado en 1928 en el Parque de El Retiro, de Madrid, con referencias ya históricas como “la mano convincente”, «el monóculo sin cristal«, «el monóculo de nuevo rico«, o «el canto del gallinero en ese despertar de la tarde caliginosa», son absolutamente brillantes, con el riesgo de situar la expectativa sobre lo que luego vendrá en limites altísimos, pero tanto el consiguiente trabajo del actor, como la dirección de Albertí y los recursos técnicos empleados que incluyen la acertada iluminación de Juan Gómez Cornejo, se desarrollan en esa misma clave de excelencia, tan de halagar como infrecuente. 

“…él hizo de todo, muy seriamente, una gran farsa” 

Don Ramón María del Valle-Inclán, crítica teatral

Mario Molina, al piano, acompaña el desempeño de Pedro Casablanc, quien también nos deleita entonando algunos temas musicales con gran donosura y desenvoltura, hasta el extremo de recibir una espontánea ovación del público tras interpretar la “La Tarántula”. La selección de los temas incluidos en la partitura responde al habitual acertado criterio de Xavier Albertí en ese terreno.

“…ese milagro español por el que el alma es rupestre y moderna al mismo tiempo”

El monólogo diseñado por Albertí e interpretado por Casablanc incluye algunos de los pasajes más conocidos de la vida, y peripecias, de Don Ramón María del Valle-Inclán, persona (y personaje) en el que nada era casual, ni si barba, ni su aspecto, ni su forma de defender su propio argumento, ni su forma de hablar, ni su puesta en escena, ni su proverbial rebeldía, ni su irredenta bohemia, y entre ellos no podían faltar las referencias al incidente con Manuel Bueno que derivó en el bastonazo que le convirtió, tras Cervantes, en el segundo manco, y dramaturgo, más famoso de la historia de Escartelpaña, los esperpénticos acontecimientos vividos en su entierro o su papel como observador en el frente bélico de la I Guerra Mundial, sobrevolando las trincheras de combate en un avión fletado por Francia o su propia insatisfacción sobre la falta de reconocimiento que las autoridades culturales de la España de su época le dispensaron.

“Yo no miento… Yo digo como tú: la otra verdad»

Una más que gratificante experiencia teatral que se mantendrá programada en el Teatro Español hasta el 9 de abril de 2023, que supone un viaje en el tiempo en la esperpéntica España que Valle-Inclán dejó reflejada en sus obras, a través de los ojos de su apasionado admirador Ramón Gómez de la Serna. Un regalo para los sentidos de cualquier buen aficionado teatral. Para no perdérsela. Imprescindible.

 

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