Con lo bien que estábamos (Ferretería Esteban); crítica teatral

14 Nov 2023

Tras haber conseguido dos Premios Max, en el año 2021, como Mejor Labor de Producción (Nueve de Nueve Teatro) y Mejor Composición Musical (Mariano Marín), y una nominación a Mejor Espectáculo Musical, la obra ‘Con lo bien que estábamos (Ferretería Esteban)‘ vuelve a la cartelera teatral madrileña, reprogramada  en ‘El Pavón Teatro‘, abriéndose paso esta nueva prueba del teatro esperpéntico de José Troncoso (Los despiertos, Lo nunca visto, Manolita Chen. Un cuento chino), esta vez con algo más que toques guiñolescos, que son bien aprovechados por el dramaturgo para componer un retrato, quizás no tan estrafalario como pudiera parecer, de episodios que pueden sufrir, incluso, las personas, en apariencia, más convencionales y normalizadas.

Con lo bien que estábamos (Ferretería Esteban); crítica teatral

Nos situamos en una ‘ferretería’ de algún pueblo, del que no se menciona ni ubicación, quizás de la España vaciada, pero que posicionamos a través del tono ‘maño’ en el acento de los protagonistas, en el que ‘Esteban’, que es la cuarta generación de otros de su mismo nombre propio, dedicados al mismo oficio de ‘retail’, regenta el negocio junto con su entregada y abnegada ‘Marigel: ‘¡Buenos días, caballero!. ¿Qué le pongo?, ¿qué va a ser ?’.

“¡Buenos días, caballero!. ¿Qué le pongo?, ¿qué va a ser?”

Todo parece medido, el horario de apertura y el de cierre, el plan para el resto del día, los eventos sociales de los que participar, etc… pero un día Esteban y Marigel acuden a una representación musical que llega hasta su pueblo y nada volverá a ser igual, especialmente para Esteban‘. Él sufrirá el ‘tsunami’ personal que llega en la hora de la crisis vital que le estalla en el frontispicio de la mediana edad, cuando empieza a ser consciente de que el tiempo se pasa y que se trata de ahora o nunca. ¡Adiós al orden, al continuismo y la previsibilidad! piensa ‘Esteban’, mientras ‘Marigel’, le razona, continuamente y con la tozudez de quien tiene la certeza de estar en posesión de la verdad absoluta: ‘Lo teníamos todo, negocio, pan y compañía. Íbamos y volvíamos, y todo seguía igual, como tiene que ser…¡Con lo bien que estábamos!.

Con lo bien que estábamos (Ferretería Esteban); crítica teatral

“Lo teníamos todo, negocio, pan y compañía. Íbamos y volvíamos, y todo seguía igual, como tiene que ser…¡Con lo bien que estábamos!”.

Pero Esteban’ quiere, necesita, apartarse del mostrador de la ferretería …y de la mediocridad, convirtiéndose en el protagonista de su propia comedia bufa, percibida por ‘Marigel’ como la peor de las tragedias.

Con lo bien que estábamos (Ferretería Esteban); crítica teatral

Los devaneos líricos de ‘Esteban’ incluirán un regalo especial, a su mujer, en el intento de paliar el dolor de no haber tenido un vástago en común, pero ella, racional y entregada a su rol de esposa amantísima, le repetirá a la vista del mismo: “es un muñeco, Esteban, es un muñeco…”

“Tuercas, arandelas y tornillos son tu prisión”

El planteamiento en clave de sainete musical, acentúa los perfiles surrealistas de un relato atrapado entre sueños irrealizables y realidades desbordadas, en el que los dos personajes protagonistas habitaron, alguna vez, el mismo universo para terminar formando parte de mundos diferentes.

cartel

Uno de los grandes aciertos de esta propuesta radica en los encargados de recrear a los personajes protagonistas. Estupendos están Jorge Usón (La tuerta, Madre coraje y sus hijos) y Carmen Barrantes (Twist), divertidos, entusiastas y entregados a la causa creada por José Troncoso con sus habituales señas de identidad. Néstor Ballesteros acompaña al piano, en directo, a los protagonistas y sirve de coartada para algún intento de juego metateatral, en el que el tiempo real juguetea con el vivido en la trama.

“Nunca vamos a salir de aquí, Esteban”

Un mueble de forma ovalada que en el inicio recrea el mostrador de la Ferretería, es el elemento principal, y casi único, de la sencilla escenografía diseñada por Juan Sebastián Domínguez, también responsable del vestuario, que cuenta con la acertada iluminación de David Picazo. Adecuada aportación de Ana Bruned en maquillaje y caracterización.

Inicio de comedia que, opereta mediante, deviene en un desenlace pseudo-terrorifico, que consigue su objetivo y entretiene, en un producto prototípico de José Troncoso tanto en la composición de la historia, como en la forma en la que es presentada sobre las tablas, apelando siempre a la imaginación y complicidad del público.

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