París 1940, crítica teatral

15 Dic 2022

El mundo conocido está amenazado. ‘La ville Lumière’, París, (la ciudad de la Luz), estandarte de las artes y las ciencias, está tomada por el ejército nazi’, la urbe que enarbola la bandera del conocimiento del Occidente de las libertades, ve sus calles ocupadas por blasones hitlerianos, el futuro se ennegrece. Estamos en 1940, y mientras ello sucede un profesor de teatro emplea toda la energía de la que es capaz en busca de la excelencia  interpretativa. Él es Louis Jouvet y no le basta únicamente el oficio, y desempeño, de una técnica depurada, exigiendo a sus discípulos el adecuado sentimiento para recrear aquello que el autor ha creado para sus personajes. 

Josep María Flotats

“Cada vez que tengáis la sensación que una cosa os resulta fácil, quiero decir una cosa conseguida sin esfuerzo, no es bueno. La interpretación de un personaje, sea el que sea, siempre implica algo penoso, algo doloroso, una cosa en la que debe participar el esfuerzo. Si no es que falta algo: una interpretación siempre supone un esfuerzo. La comodidad es la muerte del artista”

Josep Maria Flotats (Voltaire-Rousseau, la disputa, El enfermo imaginario) vuelve a ofrecernos otro más de sus, a la vez delicados y potentes, trabajos interpretando de nuevo, esta vez sobre la escena del Teatro Español, a Louis Jouvet en ‘Paris 1940’, tras la primera ocasión en la que lo hizo, en 2002. 

París 1940, crítica teatral

El texto, con la traducción de Mauro Armiño, habitual colaborador de Flotats, recoge el contenido de siete clases magistrales impartidas por Louis Jouvet, en el Conservatorio Nacional Superior de Arte Dramático de París en el año 1940, a partir de las anotaciones tomadas a mano sobre ello, por la propia secretaria de Jouvet, poniendo el foco, en esta propuesta, en las lecciones con las que el maestro teatral trabaja una escena protagonizada por la ‘Elvira’ del ‘Don Juan’ de Molière. La búsqueda de la excelencia es el grial perseguido, con el único objetivo de ofrecer al público credibilidad y verdad a partir de la dramaturgia del autor.

“El trabajo que ahora vamos a hacer consiste en exigirte una interpretación que nos emocione, que pase la batería, que llegue al patio de butacas. Tendrás que dar el sentimiento con más fuerza. Hay contrastes, hay acentos que te faltan, que te verás obligada a encontrar. Lo tienes todo demasiado organizado, demasiado agradable”

Flotats, como acostumbra, está magnífico en su representación, esta vez como Jouvet, pero más allá de su rol como intérprete en esta propuesta, también acierta como director, creador del espacio escénico, diseñador tanto de vestuario, como de la banda sonora, haciéndolo especialmente en la decisión de elegir a Natalia Huarte (El bar que se tragó a todos los españoles, Delicuescente EvaEnrique VIII y la cisma de Inglaterrapara su ‘partenaire’, ‘Claudia’, como alumna, creando, con ella, unas escenas de gran credibilidad, donde la emoción que exige el maestro Jouvet a su discípula termina por brotar, al mismo tiempo que la verdad del gran misterio que es la interpretación inunda cada una de las escenas de las siete estupendas lecciones que se escenifican.

París 1940, crítica teatral

Mientras esas lecciones se suceden en el entorno temporal del año 1940, París es tomada por el ejercito ‘nazi y la vida de los protagonistas es sacudida por esa hecatombe bélica y social, convertida en el ruido de fondo de una certeza ambiental a la que nadie puede escapar, pero que no impide que el teatro sea un refugio, y lugar seguro, al menos mientras duran los ensayos y las lecciones, ofreciendo la cultura una escapatoria para la más dura de las realidades. Gran metáfora.

“El espectador siempre siente lo que siente el actor. Todo ésto no es más que un intercambio de sensaciones físicas. Por eso muchas veces decimos que el acto teatral es un acto de amor”

París 1940, crítica teatralFrancisco Dávila (El enfermo imaginario), Arturo Martínez Vázquez (El enfermo imaginario) y Juan Carlos Mesonero, completan el elenco en papeles secundarios al inmenso protagonismo de Flotats y Huarte en este espectáculo. Adecuada prestación de Albert Faura en el diseño de iluminación.

Magnífico alegato al hecho teatral a través de la búsqueda de la excelencia y del afán por el trabajo bien hecho en el arte del teatro, poniendo en la diana enemigos tan recurrentes como el conformismo, el exceso de automatismo, la autocomplacencia, la falta de rigor, la comodidad y cualesquiera otras tentaciones que con demasiada frecuencia terminan por abrirse paso en un mundo repleto de excesivos egos.Natalia Huarte

“Ser actor exige tiempo, exige una experiencia de la vida y de las cosas; y estáis aquí para aprender eso”

Delicadísima propuesta la que nos vuelve a ofrecer el talento de Flotats, quien a través del maestro Louis Jouvet imparte una clase magistral de teatro contando con la complicidad de una estupenda Natalia Huarte. Un espectáculo grande que se podrá disfrutar en el Teatro Español, de Madrid, hasta el 8 de enero de 2023, convertido en imprescindible en esta temporada teatral.

 

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