Abre el ojo, crítica teatral

05 Nov 2023

Quien fuera director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico entre los meses de septiembre de los años 2004 al 2011 (siete temporadas), Eduardo Vasco, tras haber puesto en escena el montaje de ‘Amo y criado. ¡Donde hay agravios no hay celos!‘, vuelve bajo la estela de Francisco de Rojas y las comedias llamadas de ‘capa y espada’, con un nuevo espectáculo de ‘Noviembre Teatro’, con la puesta en escena de ‘Abre el ojo‘.

cartel

El texto elegido en esta ocasión por el experto que es Vasco dentro del teatro aúreo, plantea el egoísmo de cada uno de los personajes que crea Francisco de Rojas, todos los cuales solo tienen una prioridad: su propio interés; sea en temas económicos, en posición social, en amoríos y, por supuesto, en las apariencias. 

“Abre el ojo …y desconfía, que el amor es un marrón”

Así ‘don Clemente‘ aparece como una copia desvaída del mito de don Juan, quien ‘picotea’ en un triángulo entre tres mujeres, ‘doña Beatriz’ una casera despechada, la viuda ‘doña Hipólita‘ y ‘doña Clara‘ quien, sin demasiados prejuicios, vive sus relaciones con un calculado interés que no es menor al que motiva al resto de personajes, que quedan completados por ‘Don Julián‘, la salsa de todos los guisos, quien en todas las disputas está, sean amorosas o pendencieras, como amigo o como enemigo, como galán decimonónico o como pícaro enredador, siempre reiterativo en sus planteamientos; con ‘el regidor de Almagro‘, ‘don Juan Martinez Caniego‘, tan contundente en su simpleza formal, como en su fortuna en recursos monetarios y patrimoniales.

Abre el ojo, crítica teatral

“No es hermosa por lo más, mas me quiere por lo menos”

De mayor fortuna o de menores posibilidades, mujeres u hombres, señores y criados, nobles o plebeyos, jóvenes o viejos, afortunados o desarrapados, sean quienes sean, y se trate de quien se trate, Francisco de Rojas desliza el mensaje de no fiarse de nada, ni de nadie¡Abre el ojo! nos dice, pues el propio interés es, con alta frecuencia, el mayor componente de cualesquiera interacciones y decisiones humanas. Parece obvio, pero Eduardo Vasco detecta que ante el puritanismo formal, el buenrrollismo aparente y la corrección simplista que parecen dominar el día a día de nuestra contemporaneidad, nada baladíes, hace que la visión que aporta este vistazo al siglo XVII sea oportuna y necesaria, en el fondo y en sus formas, también como divertimento.

Abre el ojo, crítica teatral

“Celos con celos se curan”

Señas de identidad en las producciones de ‘Noviembre Teatro’ son el espectacular vestuario diseñado por Lorenzo Caprile, bellísimo, y la eficaz escenografía planteada por Carolina González, en esta ocasión a partir de una plataforma giratoria que permite recrear dos viviendas, dando continuidad a la trama con rápidos y ágiles cambios de escena. Adecuadas aportaciones de Miguel Ángel Camacho en la iluminación y José Luis Massó como maestro de armas. Original resulta el tema musical creado por el propio Eduardo Vasco.

elenco

“Aunque gastar es malo, sufrir es mucho peor”

Abre el ojo, crítica teatralElena Rayos (Reikiavik) dota a su personaje ‘doña Clara’ del cinismo e hipocresía necesarios, con eficacia, Celia Pérez sabe hacer ver los celos que consumen a ‘doña Hipólita’ y Mar Calvo aporta credibilidad a ‘doña Beatriz’, con Alberto Gómez Taboada (Naufragios de Álvar Núñez) añadiendo perfiles de histrionismo a ‘don Julián’, mientras Rafael Ortiz termina por mostrar, acertadamente, las costuras del personaje de ‘don Clemente’, cuyos escarceos en la seducción terminan por licuarse, y  Jesús Calvo imprime rudeza, y simpleza, a su personaje, ‘el regidor de Almagro’, ‘don Juan Martinez Caniego’, de principio a fín. Completan el elenco, con eficacia y comicidad, Anna Nácher como ‘Marichispa’ y Manuel Pico (Quijotes y Sanchos) como ‘Cartilla’, junto a Daniel Santoelloss como ‘Ganapán’.

“Se ha encontrado mi sospecha con mi engaño”

Comedia de enredos, desinhibida, que desmitifica, o al menos nos permite sonreírnos, de amores y amoríos, de intereses y de pasiones, de engaños y de acuerdos de matrimonio, de dotes y de todas cuantas complejas cuestiones el ser humano implica a sus relaciones.

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