Pequeño cúmulo de abismos, crítica teatral

23 Nov 2023

InicioTodas las localidades ocupadas en la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero, una de las sedes del Centro Dramático Nacional. El público acomodado, con las luces encendidas sobre escena y platea, a la espera de que comience el espectáculo, con la sensación de que que algo falta para ello. Un fondo negro liso es lo único que se deja ver de la escenografía con algunos curiosos objetos a ambos lados (una fregona, una caja cuyo contenido no se aprecia, alguna herramienta, etc…). Una mujer entreabre una de las puertas laterales y la cierra de sopetón, como si hubiera sido inoportunamente descubierta, a los pocos segundos la misma mujer aparece por la puerta contraria; nos saluda, es Cris Blanco y nos empieza a compartir algunos de sus recuerdos familiares, sobre su tía, su abuela y su madre. La función ha comenzado.

“Me habían dicho que eras una creadora especial”

Cris Blanco, dramaturga (junto a Rocío Bello, Óscar Blanco y Anto Rodríguez), directora e intérprete principal de este espectáculo, lo ha concebido como el relato de sus recuerdos sobre su familia y su propia vida, defendiendo lo que considera un cumplido homenaje a la imaginación en un intento de entender la realidad, rodeándola desde todas las fantasías. La pregunta sería, ¿recordamos lo que realmente sucedió o generamos un relato que, con el paso del tiempo, consideramos fidedigno aún sin ser veraz al 100%?.

Pequeño cúmulo de abismos, crítica teatral

“No pasa nada… ¡Los actores son personas!”

Sea como fuere, la experiencia inmersiva que nos comparte Cris Blanco, lo es en primera persona. Sobre sus recuerdos y anécdotas familiares (abuela Dora, tía Amparo, mamá Angelines) en el esforzado camino desde la inmigración interior para salir adelante, primero limpiando casas, hasta llegar a trabajar en una peluquería del barrio de Malasaña, pasando por planchar pijamas en una fábrica o atender en cafeterías. Desde su León natal, el barrio madrileño deLa Comadonde vivió, la música que puso banda sonora a todo ello, las revistas entre cuyas páginas granjeó sus sueños, la añoranza a los ‘platos combinados‘ del ‘Bar Lozano‘, algún trauma deambulante y el sueño recurrente de que los pequeños muñecos con los que jugaba, en su infancia y adolescencia, llegaran a cobrar vida, de improviso, a su espalda.

Pequeño cúmulo de abismos, crítica teatral

“Traéis las cosas ‘cogiditas’ con pinzas””¿Eres nueva?¡Pues relájate un poquito!»

Ante nuestros ojos sigue avanzando la ficcionada realidad que nos presenta Cris Blanco, con algunos golpes de ironía que generan algunas carcajadas, especialmente de la mano de Rocío Bello, quien encarna el rol de una regidora del CDN a disposición de la directora invitada que está ensayando su obra (Cris Blanco). La pareja que forman ambas funciona perfectamente, siendo una especie de Don Quijote y Sancho Panza, idealista y soñadora ésta; desengañada, escéptica y un punto de vuelta de todo, aquella.

Pequeño cúmulo de abismos, crítica teatral

“Cris: ¿Has roto el CDN?”

El hilo narrativo continua sin demasiadas sorpresas, durante 2/3 partes de la propuesta, abundando en los recuerdos, abriendo paso para el teatro del absurdo y a la recreación de una nueva versión del ‘día de la marmota’, con referencia incluida al ‘supuesto parecido’ que hay entre una imagen que se utiliza de David Hasselhoff y Ernesto Caballero; hasta que aparece en escena el personaje interpretado por Íñigo Rodríguez-Claro (Arder y no quemarse, La voluntad de creer, El Disfraz, Las Cartas y La Suerte, Delicuescente Eva, Todo el tiempo del mundo), como máxima autoridad del CDN, customizado con los colores de la marca y con una amplia muestra de productos promocionales de la casa, quien desencadenará el punto de mayor metateatralidad, espectadores mediante.

Con Íñigo Rodríguez-Claro

“Perdón, yo soy funcionaria, no como tú»

A partir de este momento los acontecimientos se precipitan, el componente del mundo cuántico aflora, otra realidad parece posible y Pablo Chaves luce su originalísima escenografía, llena de hiperrealismo, con los efectos vinculados a ella. Efímera es la porción de tiempo que podemos disfrutar de ese trabajo, pero la sorpresa vinculada a ello ayuda a que el final de la propuesta llegue en su momento álgido y más brillante. Gran aportación la conseguida con esta creación escenógrafa.

Oihana Altube completa el elenco actoral, interpretando a la guardia de seguridad de las instalaciones del CDN donde se desarrolla la trama. 

escenografía

“La escena, sin duda, no podía existir, pero allí estaba” (Mario Levrero en ‘Los reflejos dorados’)

Propuesta original que se mueve entre la realidad y la ficción, con guiños metateatrales, que peca, quizás, de un cierto ombliguismo endogámico con tantas referencias vinculadas al CDN, convirtiendo la propia sala teatral donde se realiza en parte esencial en ella, lo cual puede llegar a plantear la cuestión de cómo afectaría a esta obra su representación más allá de estas instalaciones, de su acogimiento y de las señas de identidad del CDN.

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