La aventura de la palabra, crítica teatral
11 Jun 2025
Fernando Fernán Gómez, convertido ya en personaje, bien merece un homenaje. Polifacético creador, que se inició como actor, en cine, teatro y televisión; luego guionista y director; también novelista y dramaturgo reconocido, hasta merecer llegar a formar parte de la Real Academia Española, donde ocupó el sillón B mayúscula. Dotado, además, de una personalidad, de perfil propio y arrolladora, que le impedía pasar desapercibido, lo cual no excluía que, como cualquier ser humano, dentro de sí cobijara sus propias dudas y diatribas.
“El hijo de la cómica entra en la RAE”
Cada persona podríamos esbozar su personalidad de forma distinta y quizás ello resuma lo poliédrica que resulta su esencia, dependiendo de cómo nos acerquemos a él.
La paradoja de que el teatro que lleva su nombre, en Madrid, esté a solo unos metros del que lleva el de su abuela, María Guerrero, es tan sugerente como algunos de los quiebros que cualquier buena historia necesita para convertirse en éxito, tanto en cine, como en teatro.
“Puedo decir qué cosas son las cosas que amo, y que me aman…”
Juan Carlos Pérez de la Fuente acierta en su decisión de reivindicar la figura de Fernán Gómez, sobre el que cualquier aficionado tendremos un recuerdo de él, que nos aproxime más a su figura, podría ser la capacidad descriptiva de la vida de una familia normal en el Madrid asediado recreado en ‘Las bicicletas son para el verano’, podría ser en la creatividad que rebosa en la maravillosa película de ‘El viaje a ninguna parte’, en la que traspasa la pantalla al recrear al personaje de ‘Don Arturo’, además de ser dirigida por él, sobre su propio texto; o podría ser en alguna de las muchas películas de comedia que protagonizó en su incesante actividad de los años 60’s del siglo XX, como ‘La venganza de Don Mendo’.
“Tu amor a la palabra escrita, en silencio y en soledad…”
Pérez de la Fuente pone el foco en su discurso de acceso a la RAE, encargando a Raúl Losánez que sobre el texto original, construya la dramaturgia de la obra teatral que estos días se representa en la Sala Jardiel Poncela del teatro que lleva el nombre del homenajeado.
En los minutos previos al comienzo de la función, mientras el público se acomoda en sus localidades, Nancho Novo (Trigo sucio), que encarna a ‘Fernán Gómez‘, deambula por la sala, dejando patente el gran trabajo realizado para reproducir la expresión gestual del protagonista, así como sus movimientos, y es oportuno destacar que lo hace de forma muy notable. Junto a él, la escena es ocupada por la recreación de la ‘Palabra‘ (“Cada uno me usa a su manera”), en encarnación femenina, juguetona y sensual, de lo que se ocupa Marta Poveda (Orestiada, Historia de una escalera, Macbeth, El idiota, La dama duende, Pingüinas), con la intensidad y entrega que nos tiene acostumbrados.
“El futuro es una trampa… todo se desvaloriza”
Se nos muestra a Fernán Gómez enfrentado al síndrome del folio en blanco, entre dudas y disquisiciones, buscando que la musa de la palabra le inspire. Su decisión es otorgar el protagonismo de su discurso de ingreso en la RAE al elemento esencial para la comunicación, la literatura, la dramaturgia y antes de todo eso, necesaria para expresar sentimientos y emociones.
Algunos de los rasgos más característicos y conocidos de Fernando Fernán Gómez son limitados, y se echan de menos, igual que sucede con la recreación de IA, que se realiza, en los últimos tiempos, antes del comienzo de cada función teatral de este espacio que lleva su nombre. Parece su cara, se busca su socarronería, pero algo falta, lo cual es tranquilizador, porque demuestra que el original es difícil de imitar.
“En nuestro siglo algo trascendental ha ocurrido para los sacerdotes de Talía, los comédicos, histriones, etcétera, etcétera, y es que nuestro arte ha dejado de ser efímero y todo lo que hemos hecho y lo que hagan nuestros sucesores de ahora en adelante puede ser juzgado por la gente futura.”
El propio Juan Carlos Pérez de la Fuente realiza el diseño de vestuario y escenografía, donde domina el color blanco, casi nuclear; contando con la adecuada aportación de Juan Manuel Guerra en iluminación e Ignacio García en espacio sonoro.
Hace unos años, Helena de Llanos, nieta de Fernán Gómez, llevó a la escena el espectáculo ‘Un viaje a la Luna‘, en el que presentaba, en forma teatralizada, el resultado de un largo tiempo de investigación sobre su abuelo, instalada en la vivienda que éste compartió con Emma Cohen, donde el aroma al protagonista y su vasto trabajo, era más que sugerente, impactante.
“Nunca me ha gustado que me observen mientras trabajo, eso es lo malo del teatro” …“Todo, tooooooodo, es teatro.”
En este año 2025, me quedo con el merecido homenaje a Fernando Fernán Gómez que supone esta pieza teatral, de ‘La aventura de la palabra‘ construida desde el cariño y el reconocimiento, además de con la cara de perplejidad que el personaje interpretado por Nancho Novo compone sobre la recreación de su rol hecha por la IA. Hasta el 22 de junio de 2025 se mantendrá en programación.
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