Hombre por necesidad, crítica teatral

09 May 2023

Gustos, pasiones, amores, sentirse querida/o, realizarse, etc… son anhelos que cualquier persona tiene en su existencia, pero cuando el único objetivo es sobrevivir todo lo demás se hace accesorio.

“¡Antes se vivía bien!…”

Sobre la asceta necesidad de que a un día, por más gris y aciago que sea, le suceda otro, habla Manfred Karge en su obra ‘Chaqueta con pantalones‘ (‘Jacke wie Hose‘) que ahora llega hasta el Teatro del Barrio, en forma de monólogo bajo el título ‘Hombre por necesidad‘, en la que recrea la historia real de Ella Gerike en el periodo temporal entre los primeros años de la década de los 30’s del siglo XX, la República de Weimar (1930), la ascensión de Hitler al poder, la II Guerra Mundial y la gran crisis que vivió a Alemania a continuación.

Hombre por necesidad, crítica teatral

Ella, tras varias relaciones fallidas, se casa con Max Gerike, él de salud quebradiza y enferma, fallece poco después de cumplir un año de la boda, lo que lleva a Ella a decidir asumir la identidad de Max, como mejor vía de sustento, priorizando no perder el puesto de trabajo de su marido. Su gran, y dura, aventura no habrá más que comenzado para entonces.

“No me dió tiempo a disfrutar de mi marido, no tenía trabajo, no tenía medios, tenía miedos, al final tuve que convertirme yo misma en él, en mi marido”

Eva Redondo dirige la puesta en escena de esta áspera y penosa historia, que en 1993 fue llevada al celuloide por John Maybury, protagonizada por Tilda Swinton, contando con las adecuadas prestaciones de Alejandra G. Requiero en una asceta escenografía, con David Picazo en la iluminación, Elda Noriega en el vestuario y Ferran Carvajal en movimiento.

grito

Las peripecias vividas por Ella, al hacerse pasar por Max, superan todos los límites imaginables, y ante cada de uno de ellos siempre se impondrá el afán de preservar la vida, por duras que sean las circunstancias en las que su supervivencia se desenvuelva. Vivir por encima de todo, aunque haya que hacer lo que haya que hacer.

“A mí, con los hombres, me ha mirado un tuerto”

Hombre por necesidad, crítica teatral

De la forma en que se plasman todas esas peripecias en esta propuesta teatral, destacamos el relato de las duras condiciones de las prisiones nazis, que Ella conoció y relata con extrema dureza, compartiendo detalles como que había que permanecer de pie, en la pequeña celda, oscura y llena de humedades, siempre fuera del camastro de madera, sin colchón, almohada, ni sábanas; que solo se podía ocupar seis horas, entre las 23 horas y las 5 horas de cada día. Nos traslada el horror y la desazón, pero la sorpresa llega, hábilmente presentada, porque quien nos los relata no es quien sufrió esa prisión, sino un guardía de la cárcel, puesto que Ella llegó a asumir ese rol, voluntariamente, para evitar los reconocimientos físicos que hubieran dado al traste con la identidad por la que se hacía pasar.

“Yo me bautizo con… en el nombre del Padre, del Hijo y de la necesidad”

Hombre por necesidad, crítica teatralGabriela Flores (La casa de los espíritus, Mrs. Dalloway, Troyanasinterpreta con gran intensidad el monólogo que nos comparte el personaje de Ella (Max) Gerike, que se desarrolla en un relato duro, siendo capaz de trasladar hacia el patio de butacas las sensaciones de miedo, frio, soledad, hambre y desesperación que una situación como la descrita por Manfred Karge , donde todos quienes rodean a la protagonista, propios y extraños, son enemigos aunque militen en el mismo bando.

Interesante espectáculo, presentado en el Teatro del Barrio, sobre la historia real de Ella Gerike que llegó a ser utilizada por Bertolt Brecht en una de sus novelas, que nos habla de la capacidad, casi infinita, del ser humano por añadir un día más a su existencia por muy dura que esta sea. Horror pero viva.

 

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