MBIG

06 Jul 2016

Con el final de la temporada teatral madrileña se consuma una mala noticia para quienes disfrutamos del teatro “en cercanía” y aficionados en general: “La pensión de las pulgas” echa el cierre, como ya lo hizo “La casa de la portera” u otras valientes y acertadas propuestas del boom creativo del “teatro off” de Madrid, cómo “El sol de York”, “Garage Lumière”, “Sala Triángulo” u otras. La falta de viabilidad económica se lleva por delante otra nueva víctima, lo echaremos de menos, aunque seguiremos buscando, como si de una aguja en un pajar se tratase, para disfrutar de estupendas “perlas” como las que nos han brindado espacios escénicos tan innovadores cómo éste, que para su despedida ha vuelto a programar su producción MBIG, en una gran alegoría de la situación general social que nos envuelve.MBIG.5

La propuesta de presentarnos el clásico de Shakespeare, Macbeth, recreado por diez actores, a centímetros de nuestros rostros, haciéndonos sentir la exclusividad de ser uno de los únicos treinta espectadores presentes en cada función, es posible que no sea sostenible económicamente, pero es un gran acierto artístico y un privilegio para quienes, además de público, nos hemos sentido formar parte del espectáculo, en el mismo espacio por el que se mueven sus protagonistas.MBIG.2

Este Macbeth transpira, llegando al espectador a través de su epidermis, y lo hace desde el primer momento en que dos personajes femeninos ocupan el despacho de la empresa multinacional “Mc Beth International Group”, perturbándonos, desasosegándonos …¿quienes son?, en el programa de mano se anuncian dos brujas, esa es su apariencia pero su realidad es menos lírica y mucho más pegada a nuestra misma cotidaneidad, pero prosigamos…

MBIG.8La encantadora Camelia (personaje no original en el texto, creado para la ocasión por José Martret), en un gran trabajo de Raquel Pérez, fresca, natural y muy creíble; nos presenta la escena, donde el presidente (rey) de la compañía, Duncan, acaba de nombrar su “número dos” y alter ego en la empresa a Macbeth, pero todo lo conseguido, todo lo que ya tiene, no le satisface, quiere más, y su ambición va unida a la de su mujer Lady Macbeth que le alienta, mientras las brujas le predicen que, en el futuro, será rey (presidente de la compañía), esa visión del éxito solo tiene un camino para él, crimen mediante, ya no habrá tregua, ni paz, solo existe su objetivo y el plan queda trazado para conseguirlo.

José Martret, director y adaptador del texto, y Alberto Puraenvidia responsable del espacio escénico, traen hasta nuestra actualidad la trama creada por Shakespeare, trasladándola en lugar de un país y su corte, a las miserias de cualquiera de nuestras empresas, donde la lucha por el poder, la venganza, las “puñaladas” y, por supuesto, también los despidos, forman parte del día a día, aunque las únicas palabras que se pronuncien mientras tanto, sean eficiencia, eficacia, efectividad, productividad, equipo, responsabilidad, valor añadido, éxito, ventas por empleado, etc… y alguna vez, muy en voz baja, fracaso, junto con un dedo acusador.MBIG.6

Un fiscal de Roma afirmó que “la mafia italiana cambió sus métodos para convertirse en una gran empresa”, habiendo facturado el año pasado 150.000 millones de euros, que suponen el 10% del PIB italiano, lo cual seguramente no pasa solo en Italia; y ese hilo argumental, reconocen los responsables del espectáculo haberlo utilizado para la adaptación de este Macbeth, ambientado en una empresa de los años 50’s del siglo XX como marco del gran drama escrito por “El Bardo de Avon” hace 500 años.MBIG.3

El esfuerzo de situar el trabajo de diez actores, ante un público de treinta personas, es mas que de agradecer y, ademas, el resultado es notable y muy homogéneo en el conjunto de las interpretaciones, si bien destaco a Raquel Pérez en el personaje de Camelia, con gran naturalidad y frescura, haciendo crecer la escena en cada una de sus apariciones, incluyendo un número musical que realiza de forma correcta; Pilar Matas y Maribel Luis en los personajes de “las brujas” son capaces de manejar perfiles de terror y comedia a la vez, haciéndose importantes en la trama; Olga Rodriguez, como Lady Macbeth nos muestra la complejidad del personaje, primero desde la soberbia y finalmente desde la desesperación, consiguiendo una efectista, y nada fácil, escena de sexo explícito con Macbeth que, acertadamente, se busca salvaje y alejada de cualquier sentimiento amoroso. Francisco Boira en el difícil papel protagonista consigue momentos de gran intensidad, especialmente en la fase del desenlace de la trama, con alguna irregularidad en sus prestaciones, especialmente al inicio, no obstante lo cual su trabajo ha sido reconocido con diversos premios y tiene un indudable mérito. Aitor Merino como Banquo, Raúl Tejón como Macduff, Javier Mejía como Ross, José Olmo como Duncan y Javier Ruiz de Somalia como Malcom aportan efectividad en sus trabajos para conseguir un más que correcto resultado coral de la interpretación.MBIG.7

MBIG cuenta con más de trescientas cincuenta representaciones, con tres candidaturas a los premios Max de teatro, un premio para Francisco Boira como mejor actor 2015 “Madrid es teatro” y una crítica unánimemente favorable, a la que me sumo, fundamentalmente por el titánico esfuerzo que supone plantear esta producción desde los medios de “La pensión de las pulgas”, aportando una interesante adaptación al texto de Shakespeare, todo ello desde la calidad y con capacidad de sorpresa ante el espectador. Un muy buen trabajo que merece ser reconocido, con la esperanza de que espacios como éste, a pesar de la crisis, del IVA cultural y de otras preferencias mayoritarias, se abran paso para nuestro deleite. ¡Viva el teatro!.

Crítica teatral publicada en @elespanolcom el 13/07/2016: http://www.elespanol.com/blog_del_suscriptor/opinion/20160712/139556045_7.html

Share

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.