El abanico de lady Windermere, crítica teatral

07 Ago 2022

Hace no demasiados años la doble función teatral era habitual, algo hoy desterrado, salvo contadas excepciones.

A pesar de la evidencia anterior, en esta nueva normalidad que nos invade se precipitan circunstancias atípicas para los momentos que vivimos, como el hecho de que una misma compañía teatral escenifique varios y diferentes espectáculos teatrales en una misma sala, algo casi inaudito en nuestra realidad actual, pero que, a pesar de todo, sucede, e incluso con éxito.

“Lo que nos conviene suele resultar decepcionante”

Paso Azorín Teatro, en el Teatro Lara, en este verano del año 2022, mantiene programadas sus obras “El  abanico de lady Windermere” (jueves, viernes y sábados, hasta el 27 de octubre a las 22h30), “Filomena” (viernes y sábados a las 20h15’) y ‘El secreto’ (de martes a domingo hasta el 17 de septiembre), cumpliendo con los requisitos de lo que siempre fue un compañía de repertorio, algo hoy por hoy, infrecuente, contando, además, con el beneplácito del público.

El abanico de lady Windermere, crítica teatral

El hecho cierto es que Paso Azorín Teatro ha sabido construirse una determinada presencia con señas de identidad propia, partiendo de su amplio repertorio, del criterio de su director, Ramón Paso, y de los integrantes de sus elencos interpretativos donde destaca con luz propia Ana Azorín, junto a las habituales Inés Kerzan y Ángela Peirat, y con ocasión de su reciente estreno de “El abanico de lady Windermere” se ha vuelto a poner de manifiesto.

“Toda santa tiene un pasado y toda pecadora un futuro”

El texto original escrito por Oscar Wilde, cuyo estreno teatral se produjo en 1892, es versionado por Ramón Paso, que también dirige la propuesta, con absoluta libertad, poniendo el énfasis en el enredo tejido por Wilde como acerada crítica al puritanismo imperante en la Inglaterra de finales del siglo XIX y su encorsetada sociedad, utilizando las constantes paradojas entre lo que se es y lo que se aparenta, explicando en el programa de mano que “existe un abanico que es de Margaret Windermere… aunque también podría ser de Molly Erlynne. Y existe un marido que es de Margaret Windermere …aunque curiosamente , también podría ser de Molly Erlynne. Lady Windermere es una puritana, y miss Erlynne …digamos que no lo es, aunque, a lo mejor, al final, resulta que las dos son… lo que ninguna esperaba…”. Comedia de enredo de las de toda la vida.

El abanico de lady Windermere, crítica teatral

Dice el refranero español que ‘Honra merece quien a los suyos se parece‘ y éste es el caso de Ramón Paso, nieto del dramaturgo Alfonso Paso (1926/1978) y bisnieto de Enrique Jardiel Poncela (1901/1952), sabiendo, como su abuelo, crear artefactos teatrales de amplia aceptación por el público, dirigidos al entretenimiento y en un formato amable no exento de calidad. Unidos también, ambos, en una notable fecundidad creativa.

“Está de moda que las mujeres honradas tengan varios amantes”

Paso crea un universo con aire contemporáneos en el vestuario y los números musicales que se recrean, marcando un ritmo narrativo adecuado, especialmente trufado de frases divertidas y giros brillantes en la primera mitad de la obra, con reseña especial para el inicio, cuando, a telón bajado, una sugerente Ángela Peirat, en la piel de Miss Erlynne, observa con curiosidad la entrada del publico hasta sus localidades, buscando complicidades con su mirada, hasta el momento en el que, desde el patio de butacas, llega Ana Azorín, revestida de la duquesa de Berwick (a la que esta versión se bautiza con el nombre propio de Anne), poniendo justa perspectiva sobre el autor al que van a representar, y con ello homenajear. En la segunda parte del espectáculo se observa una cierta precipitación hacia el desenlace final, lo cual no hurta que el conjunto obtenido cumpla sobradamente con la critica social en la que Wilde puso el foco y con el divertimento construido por el versionador y director de esta propuesta.

El abanico de lady Windermere, crítica teatral

«Lo imposible, sin duda, resulta más creíble que lo posible»

Ana Azorín  como ya nos tiene acostumbrados, exprime su brillante perfil cómico, construyendo, de forma sobresaliente y divertida, el personaje de la duquesa de Berwick. Junto a ella destacan Inés Kerzan, como lady Windermere, y Ángela Peirat como miss Erlynne, liderando un elenco que completan Eduard Alejandre, Guillermo López-Acosta, Jordi Millán, Mila Villalba y Mireia Zalve, en el que las féminas consiguen una prestación superior a sus compañeros masculinos.

cartelLa particularidad de esta compañía de Paso Azorín Teatro hace que los propios integrantes del elenco se ocupen de responsabilidades más allá de la escena y de oficios técnicos, como es el caso de Inés Kerzan (dirección de producción), Angela Peirat (vestuario y coreografía) Ana Azorín (diseño gráfico) y Jordi Millán (ayudante de producción). Una sencilla escenografía, que se mantiene fija, diseñada por Javier Ruiz Alegría, recrea los distintos espacios por los que transcurre la trama gracias al trabajo de iluminación de Carlos Alzueta.

“Amarse a uno mismo es el principio de una historia de amor eterna” (Oscar Wilde)

Una nueva obra para el repertorio de Paso Azorín Teatro. Comedia bien trabajada que propicia un final feliz después de variadas risas y sonrisas, que son bienvenidas y falta hacen. Una más que refrescante propuesta para la que auguramos una notable aceptación por parte del público que hasta el 27 de octubre podrá disfrutar de ella en el Teatro Lara …y, quizás, después también.

 

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