Blaubeeren, crítica teatral
en Teatro
16 Jun 2025
Sergio Peris-Mencheta (14.4, Cielos, Ladies Football Club, Castelvines & Monteses, ¿Quién es el Señor Schmitt?, Lehman Trilogy, La cocina, Enrique VIII y la cisma de Inglaterra) presenta estos días en la Sala Verde de los Teatros del Canal, una nueva obra de teatro documental o verbatim, tras 14.4, dirigiendo la propuesta ‘Blaubeeren’, a partir del texto original de Moisés Kaufman y Amanda Gronich, que éstos titularon como ‘Here There are Blueberries‘, estrenándola en La Jolla Playhouse Theatre, de San Diego, en el año 2022.
“Piensas en Auschwitz y visualizas víctimas, vías de tren, crematorios… pero este album es otra cosa”
En el año 2006 se produjo el hallazgo de un album de 116 fotografías de la Segunda Guerra Mundial, nunca vistas hasta entonces, las cuales fueron enviadas a Rebeca Erbelding, directora de archivos del Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos, que estudiadas con detenimiento, resultaron ser, ni más ni menos, que instantáneas recogidas, a modo de una especie recuerdo, por los oficiales nazis encargados del campo de concentración de Auschwitz, considerado el mayor centro de exterminio del nazismo, donde fueron enviadas cerca de un millón trescientas mil personas, de las cuales murieron allí un millón cien mil. Esas fotos recogían el día a día de quienes lo administraban, sus rutinas, sus fiestas, su cotidianidad y hasta su descanso en el especial lugar de retiro y relajación de Solahütte, cercano al campo. Lo diferente y exclusivo de esa colección fotográfica es que en ella no aparecían las víctimas, sino la bucólica vida campestre de sus guardianes, al otro lado de los muros y alambradas que les separaban del horror. El album fue nombrado como la colección Hoecker, por el apellido de Karl, su dueño, que resultó ser el último ayudante del comandante de ese campo; su rostro puede reconocerse en muchas imágenes, junto al de su jefe Rudolf Hoss, además de Richard Baer o Josef Mengele, incluyendo grupos de mujeres, conocidas como SS Helferinnen, que se ocupaban de tareas como mecanografía, taquigrafía u operadoras de comunicación.
“Las imágenes parecen sacadas de unas vacaciones”
Con el hallazgo como hecho público y con las fotografías disponibles, Kaufman y Gronich iniciaron un proceso de investigación y entrevistas, sobre el que se construye la parte más interesante de esta pieza de teatro documental, incorporando testimonios reales de descendientes de aquellos nazis, como Tilman Taube, nieto de Heinz Baumkötter, médico en el campo; así como Eduard Wirths; hasta reseñar el testimonio del nieto del mismo Hoss, máxima autoridad en Auschwitz, quien hace manifestación de haber rehusado la posibilidad de quitarse el apellido, tomándoselo como una penitencia necesaria.
“Yo sabía cosas sobre mi abuelo, pero ésto es otra historia”
Lo más escalofriante de estas imágenes de la colección Hoecker, complementadas con las de las víctimas que forman parte del album de Lily Jacob, que recoge también fotografías de Auschwitz, en la misma época, pero de víctimas dentro del campo, es que demuestran que personas normales, como usted y como yo, en determinadas condiciones, traspasan los límites razonables de humanidad, anestesiándose ante el concepto de ‘obediencia debida‘, y es que como afirmó Eduardo Galeano: “El torturador es un funcionario. El dictador es un funcionario. Burócratas armados que pierden su empleo si no cumplen con eficacia su tarea. Eso y nada más que eso. No son monstruos extraordinarios.”
“Es lo que tiene la historia, no todo puede contarse”
Peris-Mencheta optó por cambiar el título de esta versión española a ‘Blaubeeren’, arándanos, que son las frutas que aparecen comiendo, entre risas, felicidad y confidencias, las SS Helferinnen en algunas de las imágenes del album, en brutal contraste entre lo que sucedía a un lado, y al otro, del muro y las alambradas.
“Soy el nieto de un genocida, pero seré quien quiera ser…”
Desde el punto de vista teatral, la pieza está muy cuidada y es irreprochable en sus formas, con una escenografía de Alessio Meloni que se transforma continuamente para acoger en sí, lo que es mas impactante de esta propuesta: las fotografías del album Hoecker, contando con el acertado trabajo de Emilio Valenzuela en los audiovisuales. Adecuadas aportaciones de Pedro Yagüe en iluminación, Elda Noriega en vestuario, Benigno Moreno en sonido y Joan Miquel Pérez en composición musical.
“No puedo dejar de preguntarme lo que todos nosotros hemos dejado olvidado a lo largo de la historia”
El elenco formado por Clara Alvarado (Iberian gangsters), Víctor Clavijo (Lehman Trilogy, Fausto), Eric de Loizaga, Nacho López, Irene Maquieira (Ladies Football Club), Natxo Núñez (Castelvines & Monteses), María Pascual (Ladies Football Club, Castelvines & Monteses) y Paloma Porcel, se comporta como un todo, con un más que notable resultado coral conjunto. Lo cual se expresa de forma estupenda y muy bella, cuando todos participan de una última imagen musical, formando como una orquesta mientras la música suena, antes de que la ultima videoescena, sobre fondo negro, muestre los créditos de quienes participan en esta propuesta.
“Los genocidios no empiezan con matanzas, los genocidios empiezan con palabras”
Saludo del elenco mientras suenan los aplausos no habrá, lo marca el director, pero lo que sí hay es emoción y la sensación de que ochenta años después de aquello, el mundo, más que nunca desde entonces, parece abocado al conflicto mientras un genocidio está siendo retransmitido, hoy, en directo por las televisiones de todo el orbe. Silencio y reflexión.
Hasta el 29 de junio de 2025, permanecerá ‘Blaubeeren’, una producción de Barco Pirata con Producciones Teatrales Contemporáneas, en los Teatros del Canal.
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