La llaga del secesionismo catalán explota en Andalucía

12 Dic 2018

Hecatombe, seísmo, terremoto, gran sacudida o cataclismo son algunos de los calificativos utilizados para señalar lo sucedido el 2-D en Andalucía, donde los andaluces, treinta y siete años después, parecen haber perdido la confianza en el partido político que ha liderado, hasta ahora, todos y cada uno de los gobiernos autonómicos de aquella tierra.La llaga del secesionismo catalán explota en Andalucía

Aún faltando por desvelarse, todavía, quien ocupará el despacho presidencial del Palacio de San Telmo, así como los apoyos y la composición de su Gobierno, los datos objetivos de los resultados electorales encierran bastantes claves de lo ocurrido más allá de señalar el  interesado, y sencillo, argumento del aumento de la abstención en 5,90 puntos porcentuales (del 37.70% al 43,60%) o en justificar la irrupción de Vox dentro del arco parlamentario en la simpleza de que cuatrocientos mil andaluces se hayan hecho racistas de la noche a la mañana.

Lo ocurrido el 2-D en Andalucía no se debió a la abstención, que aún creciendo en 336.442, no justifica el casi millón de apoyos que perdieron el PSOE (-399.799), PP (-314.893) y Adelante Andalucía (-279.898).

Las abstenciones han pasado de 2.266.104 en 2015, a 2.602.546 en éste 2-D de 2018, han aumentado, efectivamente, pero en un número de 336.442, mientras que los partidos políticos que han perdido apoyos en estos comicios de Andalucía, PSOE (-399.799), PP (-314.893) y Adelante Andalucia (-279.898) lo han sufrido en una cifra conjunta acumulada de 994.590 que supone el triple del incremento de abstencionistas. Luego la abstención solo puede explicar un tercio de los votos perdidos. Es evidente que hay mas causas.

La llaga del secesionismo catalán explota en Andalucía

El hecho de que el incremento de voto se haya circunscrito a Ciudadanos (+290.643) y Vox (+377.961) hace que, quizás, haya que buscar el factor común que ambos partidos hayan capitalizado a la hora de concentrar en ellos esos nuevos apoyos y en ese terreno la reacción a los efectos del denominado conflicto catalán, con la DUI declarada y las diferentes sensibilidades al marco de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, para unos excesivo y para otros demasiado limitado, son los signos más indiscutibles en su crecimiento.

Lo que parece evidente es que no hay un efecto directo en los resultados de Ciudadanos y Vox en el tirón de sus líderes regionales, por bajo y palmario en el caso de Juan Marín, pero también extensivo en el caso del exjuez Francisco Serrano, aún siendo capaz de algún chascarrillo más que el tibio hombre de Albert Rivera en Andalucía.

El 21% de la población española ya se posicionaba en enero de 2018, en sus preferencias, con un Estado con un Gobierno central sin autonomías. (39º Barómetro del Real Instituto Elcano)

La llaga del secesionismo catalán explota en AndalucíaCataluña y el secesionismo de parte de su población está en el origen de las razones del súbito cambio del sentido del voto expresado en Andalucia, pero con seguridad afecta, y afectará, a otros territorios y demarcaciones electorales, pudiendo decir, aún dolorosamente, que España no es, ni será, una excepción a movimientos sociales telúricos que se vienen produciendo por todo el mundo, desde los EE.UU. a Italia, desde Centro-Europa a Reino Unido, desde países antes bajo el influjo de la extinta URSS, como Polonia o Hungría, a Brasil; por no hablar de una Union Europea que ha dejado de suscitar los sueños de futuro de los europeos, encarnándose en los peores tics del «establishment» de la plutocracia de los países que la conforman; pudiendo decirse que el «buenrollismo imperante» ha llegado a empezar a morir de éxito y que gran parte de la población echa de menos mensajes más simples para las certezas que necesitan en su día a día, que un bosque excesivamente frondoso, a su alrededor, le impide ver: un volumen de emigración incapaz de ser gestionado, una excesiva burocratización de una administración pública imposible de ser mantenida; un feminismo que mas que igualitario, parece querer voltear el sistema, injusticias incluidas; o un animalismo que pretende igualar a los seres irracionales con los humanos.La llaga del secesionismo catalán explota en Andalucía

Al final el exceso de envolverse en determinadas banderas, retroalimenta un efecto contagio, alentando los extremismos, y el intento de independencia llevado a cabo desde una parte de la sociedad catalana ha incubado un cierto afán recentralizador del Estado en amplias capas de la sociedad española. 

El 39º Barómetro del Real Instituto Elcano (BRIE) publicado en enero de 2018, ya avanzaba un deslizamiento en la opinión social de España, con un 21% de la ciudadania que se identificaba con un Estado con un único Gobierno sin autonomías, cuando apenas tres años antes, en 2015, solo eran un 9% quienes se posicionaban en esa preferencia, porcentaje que subía al 36% si en él se incluían a quienes pensaban que las CCAA’s debían tener una menor autonomía.

¿Por qué el voto de todos los españoles no vale igual? …o ¿por qué 400.00 votos pueden ser casi marginales en determinada zona geográfica y en otra pueden suponer 8 diputados en el Congreso de los diputados?.

La llaga del secesionismo catalán explota en AndalucíaCuando los datos apuntados por el BRIE vieron la luz pública y fueron conocidos (enero/2018) no se había producido aún la moción de censura a Mariano Rajoy, ni Pedro Sánchez había conseguido constituirse como presidente del Gobierno, pero parece evidente que los apoyos que éste recabó podrían haber continuado alimentando una sensación favorable a ese sentimiento recentralizador que, entre otras cosas, esté en el origen de los apoyos que las opciones representadas por Ciudadanos o Vox en las elecciones de Andalucia hayan conseguido poner encima de la mesa con un estrépito poco previsto en las encuestas previas.

Una cosa parece cierta, el independentismo catalán optó por constituirse en el principal problema de España, y todo lo sucedido en torno al otoño del 2017 ha contaminado el día a día de nuestra sociedad, económicamente, socialmente e, incluso, desde el punto de vista de estabilidad política, pero el recipiente parece haberse derramado por el exceso de temperatura, poniendo el foco del “quid de la cuestiónen la propia organización territorial del Estado, amenazando con un cierto revisionismo que podría llegar a empezar por planteamientos de base como, por ejemplo, ¿por qué el voto de todos los españoles no vale igual? …o ¿por qué 400.00 votos pueden ser casi marginales en determinada zona geográfica y en otra pueden suponer 8 diputados en el Congreso de los diputados?.

Hay llagas, y heridas, que terminan por explotar en lugares indeseados, incluso sobre las manos de quien las generó.

Artículo publicado en @elespanolcom el 11/12/2018: https://www.elespanol.com/blog_del_suscriptor/opinion/20181211/llaga-secesionismo-catalan-explota-andalucia/360033996_7.html

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