La lección, crítica teatral

30 Nov 2018

Eugène Ionesco, con su teatro del absurdo, se ha convertido en un clásico integrante de las temporadas teatrales en España, “La cantante calva” y “Rinoceronte” supusieron dos éxitos en sus programaciones respectivas en los teatros “Español” y “María GuerreLa lección, crítica teatralro”, y otro de sus títulos de referencia, “La lección”, vuelve de nuevo a la sala “Lola Membrives” del Teatro Lara, tras su exitoso paso del año pasado por un espacio que le va como anillo al dedo a la ambientación elegida por su director, Eduardo Recabarren, para este texto.

“La vida contemporánea se ha hecho muy compleja”

Esta obra, en la que todo parece suceder en tono de comedia, con un inicio en el absurdo más inocente, incluso naif, hasta que abruptamente surge el drama, con la máxima expresión del horror; se lleva representando ininterrumpidamente, desde 1957, en el Teatro de la Huchette, de París, en una muestra de la vigencia del dilema que plantea bajo su trama, deslizando hábilmente el cuestionamiento de si se trata de educación o de abuso de poder, utilizando la paradoja de convertir lo que empieza siendo una simple lección de un profesor a su alumna, en la expresión máxima del autoritarismo, con el afloramiento de unos viejos tics, que creíamos olvidados y que dolorosamente se vuelven a reproducir en nuestro mundo de hoy, en nuestra Europa y en las calles de las ciudades por las que paseamos cada día.La lección, crítica teatral

La educación o su manipulación como expresión del poder, o de quien ejerce el poder. Alguien es consciente de lo que ignora y acude a quien sí sabe, pero a éste lo que le importa no es la necesidad de cultura de quien llega hasta él, sino como manipularle a través de su omnipotencia y de sus propios intereses. Nada más actual que lo que acertadamente pone Ionesco, en su diana, en esta lección.

“¿Como es posible que las gentes del pueblo, sin saber que idioma hablan, se entiendan las unas con las otras?”

La lección, crítica teatralRecabarren acierta en el ritmo que elige para desarrollar la trama, utilizando una sugerente herramienta para poner en situación al público, a través de las notas de la bella melodía francesa «Que reste-t-il de nos amours» (Que queda de nuestros amores), de Charles Trenet,  que suena desde el gramófono que aparece como elemento de atrezzo de una contenida escenografía, pero eficaz, recurso que utiliza también para marcar el final, como si esos acordes fueran los paréntesis entre los que se desarrolla el espectáculo y su trama.

La lección, crítica teatralEn los trabajos actorales destaca la aportación de Yasmina Álvarez, interpretando a la alumna, sabiendo evolucionar desde la ingenuidad y la ilusión, al pánico y al miedo; mostrándose en el principio como una joven educada muy pendiente de las buenas maneras, hasta evolucionar a sentirse como una prisionera en un laberinto inesperado, sin posibilidad de escapatoria, utilizando un buen arsenal de recursos gestuales y expresividad. Sus compañeros, Luis Ortiz-Abreu y Angelika Taraszka, se mueven en un tono menor, no resultando suficiente creíble el primero en el papel del profesor y algo impostada la segunda en el personaje de la estrambótica sirvienta que, queriendo parecer enigmática y fría, termina por resultar artificial.La lección, crítica teatral

“Manadas de rinocerontes ocupan las calles”

La lección” que nos acerca de nuevo Recabarren al Teatro Lara, es una buena oportunidad para dejarse empapar por el espíritu critico de Eugène Ionesco y su particular visión del mundo, construyendo con su narrativa y dramaturgia verdaderas cargas de profundidad desde su peculiar sentido del humor, que estallan en las manos del espectador cuando éste menos se lo espera. Siempre sorprendiendo.

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