La bomba del ‘Donde dije digo, digo Diego’ en temas de la Justicia

15 Nov 2018

Cualquier directivo en el mundo conoce bien el concepto de delegar, como herramienta para ejercer un adecuado liderazgo. La delegación supone incentivar la toma decisiones en determinadas personas que compongan su grupo de trabajo, asumiendo las consecuencias de esas decisiones, favoreciendo el crecimiento profesional de sus dependientes, de tal manera que la decisión adoptada es como si la hubiese tomado el directivo, debiendo ser aceptada por él.

La bomba del 'Donde dije digo, digo Diego' en temas de la JusticiaPues bien, Luis María Díez-Picazo Gimenez, presidente de la Sala Tercera (de lo Contencioso-Administrativo) del Tribunal Supremo desde septiembre de 2015, magistrado de ese tribunal desde 2008 y ex-profesor del Centro Universitario de Estudios Financieros (Cunef), no asumió como tal la resolución de la sección segunda de su propia Sala, en sentencia 1505/2018 del 16 de octubre de este año 2018, en cuya elaboración participaron seis, de los siete magistrados adscritos a ella, con la única excepción de Rafael Toledano Cantero, quienes consideraron que el sujeto pasivo en el pago del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados devengado al constituirse una hipoteca debería ser la entidad prestamista y no, como hasta ese momento, por el prestatario.

La bomba del 'Donde dije digo, digo Diego' en temas de la JusticiaEl acuerdo tomado por un ente judicial con capacidad para ello, de acuerdo a las estructuras y sistemática del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, fue desautorizado y corregido en un reunión convocada por el propio presidente de ambos órganos, Carlos Lesmes, en el ámbito del plenario de todos los componentes de la Sala Tercera, incluidos los magistrados que tomaron la decisión original, presidida por el Sr. Díez-Picazo quien, después de dos días de deliberaciones hizo uso de su voto de calidad para volver al criterio anterior, no asumiendo el cambio de doctrina aprobado dos semanas antes.

“La mujer del César no solo debe ser honrada, sino parecerlo” (Julio César)

La bomba del 'Donde dije digo, digo Diego' en temas de la JusticiaHasta aquí el relato de unos hechos que más allá de la decisión adoptada, hacen un daño profundo a la credibilidad del propio sistema judicial en España, en unos momentos de gran sensibilidad respecto a la independencia que tan importante “Poder” representa en una democracia avanzada como España.

Podríamos decir que lo ocurrido supone un “tiro en el pie” que los propios máximos responsables del Poder Judicial ejecutan al ente en sí mismo, más allá de quedar muy afectados en su gestión tanto el presidente de la Sala, como el del propio Tribunal. Siendo absolutamente inaudito pensar que los componentes de la sección segunda de la Sala Tercera del Tribunal Supremo no comentasen con el presidente de la misma sobre el contenido tan sensible de la deliberación que tenían entre manos y que, aún así, éste optara por no participar en la decisión.

“Donde dije digo, digo Diego” (refranero español)

La posible retroactividad y el marco temporal en el que ella quedara enmarcada (cuatro años o cualquier plazo) por los cientos de miles de afectados está en el centro del “tsunami que se ha generado en estos días con este tema, porque más allá de la nueva modificación realizada por el Gobierno actual, a través de la figura de un Real Decreto Ley para modificar que, desde el pasado día diez noviembre, sean las entidades financieras quienes deban asumir el pago del impuesto de Actos Jurídicos Documentados, los bancos reestructuraran el precio de sus servicios y, naturalmente, no realizarán operaciones en el que su margen sea negativo, igual que en cualquier otra actividad comercial, más allá de enunciados bienintencionados, se hagan desde donde se hagan.La bomba del 'Donde dije digo, digo Diego' en temas de la Justicia

Quizás sea ahora el momento, más allá del “papelón” del Tribunal Supremo en este asunto, de recordar que este impuesto, conocido como A.J.D. se creó hace poco tiempo, fue en 1993, cuando un gobierno socialista, en el que Pedro Solbes era ministro de Economía y Hacienda, lo constituyó, reconociendo su recaudación a las comunidades autónomas, con un margen para ser aplicado entre el 0,50% y el 1,50%, en cuyo límite máximo se mueven Andalucía, Aragón, Comunidad de Valencia, Castilla y León, Cataluña, Galicia y Murcía; en el 1,25% se sitúa Castilla-La Mancha; al 1,2% Asturias, Baleares y Extremadura, al 1% Canarias, Cantabria y La Rioja, en el 0,75% Madrid y en el baremo menor, del 0,50%, se sitúan Ceuta, Melilla, Navarra y País Vasco.

“Leyes hay, lo que falta es justicia” (Ernesto Mallo)

La bomba del 'Donde dije digo, digo Diego' en temas de la JusticiaPero el “modus operandi” español, al menos en los tipos nominales de este impuesto, supera, de largo, cualquier comparación con países de nuestro entorno, desde luego con Alemania, Reino Unido y Holanda, donde no existe éste, pero también con quienes sí lo tienen, que se mueven en niveles muy inferiores, como Francia (0,05%), Italia (0,25%) y Portugal (0,60%).

Los políticos, políticos son, y entra en su peculiaridad que un día digan una cosa y otra al día siguiente, como ha pasado con los portavoces autorizados en todo el arco parlamentario en las últimas horas en este tema del impuesto de A.J.D., de izquierda a derecha y viceversa, pero la Justicia no debería contaminarse de las diatribas del momento, por ello este caso, más allá del sentido de la sentencia es, y siempre se recordará como, la bomba del ‘donde dije digo, digo Diego.

Artículo publicado en @elespanolcom el 19/11/2018: https://www.elespanol.com/blog_del_suscriptor/opinion/20181119/bomba-dije-digo-diego-temas-justicia/353784622_7.html

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