Cádiz, crítica teatral

20 Ago 2020

Cádiz, crítica teatralEl Teatro Lara apuró todos los plazos legales derivados de la crisis del Coronavirus Covid-19 y en cuanto pudo reabrió sus espacios al público, consiguiendo ser el primero de iniciativa privada en realizarlo, lo cual hizo con su producción “Cádiz”, ya estrenada en la temporada pasada en su sala Lola Membrives, pero que este año se enfrenta al reto del mayor aforo de su sala principal Cándido Lara.

El título tiene que ver con el viaje que tres jóvenes realizaron al paraíso gaditano, sobre cuyos recuerdos, idealizados, se cimentó una amistad que, con altos y bajos momentos, llega hasta que sus protagonistas se instalan en la cuarentena de edad, con las peripecias suficientes como para entender las diferencias entre los sueños que albergaron y la realidad de la vida, entre separaciones de parejas, desengaños amorosos, crisis económicas, los diferentes sabores del mundo laboral, la paternidad, angustias existenciales …o la caída del pelo.

¡Follas poco! …el onanismo no es una relación

El texto de la obra es de Fran Nortes, en su tercer trabajo como dramaturgo, tras “La extinción de los dinosaurios” y “El secuestro”; quien también interpreta a uno de los tres protagonistas (Eugenio), y gran parte del buen resultado final de la propuesta reside en su acierto a la hora de enmarcar la historia que se nos comparte, entrelazada de las vicisitudes cotidianas de los protagonistas y con un fino sentido del humor que termina por atrapar al espectador, sin necesidad de complicaciones, aún recordando en excesivas ocasiones el formato televisivo de conocidas series.

Eugenio (Fran Nortes), Adrián (Nacho López) y Miguel (Bart Santana), son los personajes de una historia que necesita de sus tres muy diferentes perfiles, buen rollista, un punto conservador y atrapado en su propia idealización sobre sí mismo, el primero; transgresor, algo mujeriego y un punto canalla el segundo; y la reencarnación de Peter Pan en el tercero, inmaduro en apariencia, aunque algo más pegado a la realidad que las ensoñaciones que suponen sus dos amigos, los tres son irreales, pero representan estupendamente lo que sucede en nuestras calles y ciudades a estas alturas del siglo XXI, donde cada uno quedamos atrapados en nuestros propios excesos.

Eugenio eyacula corazoncitos, en lugar de esperma

Cádiz, crítica teatralGabriel Olivares dirige con acierto el espectáculo, sin forzar nada, apoyándose en el buen texto de Nortes que incluye los necesarios giros de humor e ironía; ubicando la historia en una escenografía muy sencilla y ágil que llega a representar tres espacios diferentes simplemente con voltear unos cuadros o empujar los pocos elementos que lo componen. A destacar la original integración realizada en la obra de la pandemia que marca nuestro tiempo, haciendo uso de mascarillas por parte de los actores tantas veces como se supone que acceden a la escena desde la calle y saludándose, unos a otros, a través de chocar los codos.

Buenas prestaciones de los tres interpretes que demuestran su química sobre el escenario y juegan a interactuar permanentemente con el público.

Estoy siendo arrastrado a la paternidad y el alquiler

El buen rato está garantizado para el público que llega ante esta propuesta teatral del Lara y eso, en estos tiempos es mucho, tanto como lo que apetece un viaje de amigos a Cádiz …aunque no consigamos llegar a parar el tiempo.

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