Rutina y placer

18 Jun 2014

Desde su internado en Suiza disfrutaba de la sucesión de rutinas. Una sonrisa afloró en su rostro, cuando creía haber olvidado el milagro que supone ser mujer, aquel desconocido volvería a abrazarla desde la espalda, a recorrer su cuello con sus labios, consiguiendo erizar su piel, sorbiendo su humedad con su boca, a hacerla subir al cielo, una y otra vez. Mañana era, de nuevo, segundo jueves de mes.

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