Rato y la publicidad «bankiera»

20 Ago 2015

Rato_al aguaUna evidencia de este mes de agosto es el protagonismo de Rodrigo Rato en él, desde las imágenes de su chapuzón marino en bañador amarillo, cual otrora los posados de Ana Obregón, pasando por su entrevista, en sede ministerial, a pesar de estar imputado en tres causas judiciales, protagonizando la comparecencia del ministro Fernández Díaz en el Congreso sin satisfacer a la oposición sobre las causas de su empática reacción con él, hasta la detención de su presunto “testaferro”, Alberto Portuondo, en la adjudicación de contratos millonarios de publicidad a las dos empresas que le habrían pagado gratificaciones por valor de 834.000 euros, según investigaciones de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF), dependiente de la Agencia Tributaria, y de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

De acuerdo a las investigaciones, Rato avaló con su firma la concesión de las principales campañas de publicidad de Bankia, a Zenith Media y Publicis Comunicaciones España, cuando éstas no formaban parte de los habituales proveedores de esa entidad, hasta disfrutar de exclusividad total en ese ámbito, protagonizando dos de las más recordadas campañas de Bankia, y no para bien, por un lado la soportada bajo la frase: “El primer banco de la nueva banca”, que se puso en marcha tras la integración de las siete cajas de ahorro de origen de Bankia, y por otro lado el desgraciadamente célebre: “Yo soy bankiero”, con el que se pretendía animar a “minoristas” y pequeños ahorradores a participar en aquella fallida salida a Bolsa.Rato_Bankia

Por ambas campañas, se pagaron, según las investigaciones, 40 MM euros, de los que 2 MM euros, presuntamente, se distribuyeron entre Alberto Portuondo (1.119.000 euros) y el entonces presidente de Bankia, Rodrigo Rato (834.000 euros), cuyos importes se facturaron a Zenith y Publicis, desde Albisa Inversiones y Asesoramiento S.L., empresa casi sin actividad y propiedad de Portuondo, que realizó sendos pagos, de 474.000 euros y 360.000 euros, a Kradonara 2001 S.L., empresa ya utilizada anteriormente por Rodrigo Rato para compensar ingresos y gastos y reducir su tributación fiscal, parte de cuyos importes acabaron invertidos en un hotel de Berlín, a través de la sociedad alemana Bagerpleta GmbH, de la que Rato fue administrador hasta el mes de abril.

Los presuntos nuevos delitos cometidos por Rodrigo Rato en relación a estos nuevos hechos investigados, no solo se limitan al fraude fiscal, sino que incluirían el blanqueo de capitales y posibles nuevas acusaciones.

Rato y Fernandez DíazEs inevitable observar lo ocurrido en este mes de agosto, como una secuencia continua de hechos , donde un triple imputado en diferentes causas judiciales es recibido, en pleno verano, en el despacho del ministro del Interior, responsable máximo de las fuerzas que persiguen el delito en España, días antes de la detención de quien, presuntamente, fue su “testaferro” en el desvío de unos fondos vinculados a una campaña de publicidad de, seguramente, el mayor escándalo financiero de los últimos 50 años de la historia de España y, a la sazón, ex_vicepresidente del gobierno presidido por José María Aznar y ex_gerente del FMI, claro que, seguramente, lo más interesante está aún por suceder.

Aquellas campañas no fueron nada afortunadas y ya sonaban raras en su origen, pero lo que no nos imaginábamos entonces es que Rato y su publicidad “bankiera” nos trajeran hasta aquí, en todo un alarde de los males que nos asolan y de los que esta rapiña es un ejemplo más, de la que no podemos descansar, ni en agosto.

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Comentarios

  1. Carmen Luque Lara dice: agosto 20, 2015 at 10:16 pm

    Después de todo lo llovido, lo que realmente indigna es que la justicia sea tan lenta y tan partidista. Finalmente terminará yéndose de rositas, como tantos otros.

    • Gracias por el comentario y la opinión. Esperemos que los malos presagios no se cumplan y que, por una vez, haya justa depuración de responsabilidades para él, su antecesor, y quienes les apoyaron en el despropósito. La Justicia española se juega su credibilidad en el denominado «caso Bankia».

  2. Manuel Ameller Reurer dice: agosto 21, 2015 at 7:08 pm

    Todo lo de Bankia apesta a mierda.

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