¿Quo vadis, Ciudadanos?

19 Jun 2019

¿Se imaginan ustedes que el partido demócrata de Estados Unidos cambiara su ideario o que su principal contrincante en la política de USA, el republicano, modificará sus prioridades?, evidentemente no. ¿Quo vadis, Ciudadanos?

Lo habitual es que los partidos mantengan la idiosincrasia de los principios en los que se crearon, aunque en momentos puntuales, se puedan adaptar a las características de sus lideres de turno, incorporando sus matices personales. Así los perfiles de los demócratas Obama o Clinton tuvieron distintas peculiaridades, igual que George W. Bush fue un presidente distinto que su padre o que Reagan, pero la seña de identidad de las políticas de los dos primeros eran claramente “demócratas” y las de los tres segundos lo fueron “republicanas”.

¿Se imaginan ustedes que el partido demócrata de Estados Unidos cambiara su ideario o que su principal contrincante en la política de USA, el republicano, modificara sus prioridades?

Lo que es la excepción dentro de las reglas habituales, es que un partido político, con tan solo trece años desde su constitución, como es el caso de Ciudadanos, vire en su ideario desde la socialdemocracia, dentro de la cual se identificaban en su origen, también sujeto a los adjetivos de laico y no monárquico, para pasar a definirse en febrero de 2017 como¿Quo vadis, Ciudadanos? un “partido liberal, demócrata y constitucionalista”, incorporándose a la internacional liberal, formando grupo en el Parlamento Europeo con otras formaciones españolas con el PNV (Partido Nacional Vasco) y el PDECat (Partido Demócrata Europeo Catalán), además de UPyD (Unión Progreso y Democracia).

Pero más allá de la filiación de su ideario, desde la formación naranja se ha repetido hasta la saciedad, su identificación con el centro político entre lo que podrían ser las ideas de derecha y las de izquierda, lo cual supondría ser capaz de ejercer de opción bisagra, para constituir mayorías, según los intereses sociales del momento y de cada territorio, a un lado y al otro, lo cual representaría una interesante oportunidad para otra de las bases que prometió defender desde su fundación: la regeneración.

«Ciutadans de Catalunya, ja sóc aqui” (Josep Tarradellas)

Las elecciones del 28-A (generales) y del 26-M (europeas, municipales, autonómicas) le asignaron un papel relevante, aún sufriendo una pérdida de votos, entre las primeras y las segundas, de -2.259.694, pero su política de pactos tras ellas, al menos en municipios y c¿Quo vadis, Ciudadanos?omunidades autónomas, ha estado lejos de jugar el papel de un partido de centro político y bisagra, pues sus acuerdos han priorizado los apoyos casi exclusivos al PP, en muchos de ellos con la presencia expresa de Vox; con la única excepción de Castilla-La Mancha y su apoyo a García Page, aunque éste obtuvo la mayoría absoluta.

Más allá del fragor municipal y autonómico, queda la gobernabilidad de España, con la previsible sesión de investidura a Pedro Sánchez para el mes de julio, en función de las negociaciones para sus apoyos, y Ciudadanos parece seguir avanzando en rehuir la posibilidad de dar un apoyo al vencedor de las elecciones, desde el terreno constitucional, lo cual nunca incapacitaría a la formación liderada por Albert Rivera, de ejercer una severa, y leal, función de oposición.

No entiendo que ahora nos falles, Albert, que nos falle Ciudadanos, que el joven maduro y responsable se haya convertido en un adolescente caprichoso que da un giro estratégico de 180 grados y prioriza los supuestos intereses de partido a los intereses de España” (Francesc de Carreras)

Albert Rivera y Ciudadanos parecen continuar en su viraje, desde la socialdemocracia que hizo depositar en ellos muchos votos de socialistas moderados, percibiéndose, en su camino, que el centro, político y social, también puede quedar atrás, en la disputa con el PP y Vox por liderar la derecha, y es evidente que votos ganará en ese espectro de votantes, pero también existirá un coste, y no baladí, por su flanco izquierdo o, simplemente, más centrado.

¿Quo vadis, Ciudadanos?

De pie, de izquierda a derecha, Ferran Toutain, Félix Pérez Romera, Francesc de Carreras, José Vicente Rodríguez, Arcadi Espada, Teresa Giménez, Carlos Trias, Ponç Puigdevall y Ana Nuño. En primera fila, Albert Boadella, Xavier Pericay, Félix de Azúa, Felix Ovejero i Iván Tubau

En julio de 2006 se celebró el congreso fundacional de Ciudadanos, cuyo germen primigenio procedió de una plataforma cívica creada un año antes bajo el nombre de Ciutadans de Catalunya, en un guiño que recordaba la célebre frase de Tarradellas: «Ciutadans de Catalunya, ja sóc aqui”, entre cuyos integrantes estaba un grupo de quince intelectuales entre los que se encontraban, en otros, Arcadi Espada, Félix de Azúa, Albert Boadella o Francesc de Carreras, para que éste último, profesor de derecho constitucional, apenas trece años después de aquello, llegue a firmar un articulo en prensa en el que responsabiliza a Albert Rivera de anteponer intereses de parte, por encima de los intereses de todos, dirigiéndole la cita expresa de: «No entiendo que ahora nos falles, Albert, que nos falle Ciudadanos, que el joven maduro y responsable se haya convertido en un adolescente caprichoso que da un giro estratégico de 180 grados y prioriza los supuestos intereses de partido a los intereses de España”.

“En muy poco tiempo Ciudadanos se ha convertido en una agencia de colocación de familiares y amigos”, “me voy con viento fresco”. “Ciudadanos es un timo político”. (Miguel Ángel Berzal)

Pero más allá del aparente gesto pétreo de quienes rodean a Rivera en la dirección de Ciudadanos, sin rechistar ante la estrategia elegida por su líder, parece que algo se está moviendo en el interior de su militancia y sus bases, e incluso el portavoz, y concejal, de la formación naranja en Pozuelo de Alarcón (Madrid), Miguel Ángel Berzal, ha presentado su dimisión como miembro del Consejo General del partido, afirmando que: “en muy poco tiempo Ciudadanos se ha convertido en una agencia de colocación de familiares y amigos”, “me voy con viento fresco”. “Ciudadanos es un timo político”.

¿Quo vadis, Ciudadanos?

Incluso desde Europa llegan reproches a las recientes formas de hacer de quien, no hace demasiado, blandía como máxima bandera la regeneración política y la construcción de nuevas mayorías desde el centro político, es el caso del presidente francés, Emmanuel Macron, afirmando: “estamos vigilando de cerca qué hace Ciudadanos a nivel nacional y local, y esperamos que las noticias que nos están llegando no se transformen en realidad”, mientras desde un editorial en “Le Monde” se afean los pactos con Vox: “un compromiso difícil de defender para Ciudadanos, que hasta ahora pretendía encarnar la ‘regeneración’ de las instituciones españolas y el “cambio”.

Estamos vigilando de cerca qué hace Ciudadanos a nivel nacional y local, y esperamos que las noticias que nos están llegando no se transformen en realidad” (Emmanuel Macron)

¿Quo vadis, Ciudadanos?El cierre de filas de quienes forman los cuadros dirigentes de Ciudadanos con el giro político forzado por Albert Rivera en su formación, recuerda el cuento, escrito por Hans Christian Andersen, de “El rey desnudo”, sin alegorías sobre el primer cartel electoral que protagonizó el aludido, quien engañado para ser vestido con unas prendas mágicas que cualquier estúpido no podría ver, andaba como su madre le trajo al mundo, hasta que la inocencia de un niño le hizo afirmar…”¡pero si va desnudo!”, haciendo ver la realidad a todo el reino …y al propio rey.

La pregunta que se impone ante este viraje político, y tal como aparece en el titulo de este artículo, es “¿Quo vadis, Ciudadanos?”, aunque quizás fuera más oportuna la de “¿Quo vadis, Albert?”.

Artículo publicado en @elespanolcom el 18/06/2019: https://www.elespanol.com/blog_del_suscriptor/opinion/20190618/quo-vadis-ciudadanos/407279269_7.html

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