Democracia imperfecta
11 May 2014
En el artículo publicado en EL MUNDO el pasado 23.04.14 sobre la comparecencia en el Congreso del fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, se subrayaba el lamento de éste sobre la falta de medios legales, materiales y personales en la lucha contra la corrupción; es realmente llamativo que un cargo de confianza nombrado por el Ministro de Justicia haga estas aseveraciones, pero lo más sorprendente es cuando afirmó que “las causas más complejas no las instruye ni el juez ni el fiscal, sino que llegan precocinadas por la policía y la Agencia Tributaria”.
La diferencia básica es que en España la policía está centralizada dependiendo del poder político ejercido desde el Ministerio del Interior, mientras que, por ejemplo, en el Reino Unido, su tradición liberal obliga a que la policía sea descentralizada, con 50 fuerzas independientes supervisadas por las autoridades locales, con organización y uniforme común; en cuanto a la agencia tributaria, en Reino Unido se administra a través del HM Revenue and Customs, con mucha mayor autonomía que la que tiene la AEAT respecto al Ministerio de Hacienda en España, la excelencia del modelo británico, tantas veces halagado por la autonomía de la BBC respecto del control político, se repite en éstos organismos. La asignatura pendiente de la democracia española es una transición real, no sólo aparente, el Estado debe sustentarse en tres poderes independientes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y mientas el primero controle los otros dos, seguiremos siendo una democracia imperfecta.
Mario Martín Lucas, «carta al director» publicada por EL MUNDO el 05.05.14 y por EL PAIS el 09.05.14.
<http://elpais.com/elpais/2014/05/08/opinion/1399568784_359740.html>